Bye, bye, Barcelona! Un espectáculo que circula entre Salou y Barcelona, Praga y Bratislava una crítica de Tony Casla
Una pieza de Mária Karoľová. Directora escénica: Montserrat Bonet. Dramaturgia: Lenka Čepková. Escenografía y vestuario: DASA Krištofovičová. Música: Ivana Mer. Producción: Iveta Konýčková. Productor: Robert Pakan. Proyecciones: Marta Prokopová. El proyecto ha sido creado en cooperación con Theater NoMantinels y Studio 12. Con el apoyo público del Arte Support Fund.

Bye bye Barcelona !, de Mária Karol'ová, está representando una vez al mes en Studio 12 de Bratislava, Eslovaquia, después de haberse estrenado en noviembre. Esta sala, situada en el centro de la capital eslovaca, tiene capacidad para unas setenta personas y es el obrador de las nuevas dramaturgias de aquel país. Parecido al que fuera la antigua sede de la Beckett en el barrio de Gracia, acoge apuestas arriesgadas que utilizan nuevos lenguajes escénicos y / o dramatúrgicos. El espectáculo, dirigido por la catalana Montserrat Bonet y ensayado, en gran parte, en Barcelona, nos cuenta el viaje de la actriz / personaje desde que una amiga le preguntó: ¿qué haces este verano? Quieres venir conmigo en Salou? Un itinerario que camina entre Salou y Barcelona, entre Praga y Bratislava, pasando por Madrid para acabar de nuevo en Barcelona. Mária Karol'ová, deja patente la difícil experiencia que fue vivir en diferentes países siendo mujer, inmigrante y actriz. El machismo sigue pululando por todas partes, con más o menos fuerza. La actriz y performer aparece con un vestido rojo para reforzar la idea de la pasión con la que cuenta sus aventuras. Un vestido, además, volátil, como sus viajes. Una gran roca hará, a veces, de silla o lugar para reflexionar; otros, de obstáculo a combatir. Son muy intensos los momentos en que la actriz mueve con fuerza la roca y el espacio dramático cambia de escena, de lugar, de atmósfera ... sólo con un solo elemento. Es una lástima que la iluminación existente en el teatro no permita el desarrollo dramatúrgico ideado por las creadoras del espectáculo. Con un equipo de más calidad y con más focos la mejora sería notable. Veintidós dos son los personajes que la camaleónica actriz eslovaca interpreta. El cuerpo, el ritmo, la entonación y timbre vocales o, el idioma, marcan los traspasos de uno al otro. Un muchacho que tuvo en Praga, uno cubano en Salou, ella de pequeña, su madre, su cabeza paquistaní en un bar de Barcelona ... Un collage cultural que enriquece sin lugar a dudas la propuesta. Aunque no entendamos el eslovaco o el checo, la narrativa escénica nos guía sin perdernos. Escenas en inglés, en castellano con acento español o argentino, francés y, como no podía ser de otra manera, sentimos el catalán en Eslovaquia. Una realidad para los jóvenes europeos que domina más de dos idiomas y que, dependiendo del país de donde vengan, se verán obligados a marchar para encontrar oportunidades que no tienen en su lugar de nacimiento. Experiencias positivas, como la multiculturalidad, la convivencia con personas de todos los géneros e identidades, y la formación en diferentes países. Pero no todo es eso ni así. Ni todo es bonito y maravilloso. No. Y si eres una mujer, joven e inmigrante, aunque menos. Eres el objetivo fácil para los acosadores machistas. Y eso es realmente lo importante del espectáculo: las piedras que construyen huellas en el alma. La Mária nos relata como fue tratada por sus cabezas a diferentes bares del centro de Barcelona. Como no llegaba a cobrar su salario. Como, con sutileza, le decían que viniera a trabajar "bonita". Cómo fue el paso hacia la democracia en 1989 y de qué manera las normas integradas por los habitantes ahora se transformaban en otras más libres. Los malentendidos con los idiomas, con los caracteres e idiosincrasias de cada país ... Una conjunción, en definitiva, bien hecho, tanto por parte de la dirección como de la dramaturgia, con escenas cómicas y dramáticas; y un final que estremece el corazón. Un montaje que es un regalo para los estudiantes de aquí y de allí; para los que viven o han vivido lejos del calor del hogar; para aquellas personas que se sienten solas y, sobre todo, para los empresarios que se aprovechan de las mujeres. Un espectáculo que podrá no ser entendido por parte de la vieja sociedad eslovaca que todavía prefiere los gustos y maneras de hacer del machismo y de antes de la Revolución del 89. Pero todas tienen el derecho de caminar y viajar solas; y de preguntar: Y tú, ¿qué vas a hacer este verano?
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