Assange, Manning, Snowden y tu comentario de Lluís Mayench
CIA LA RUEDA - TEATRODECERCA. Autoría y dirección: JORGE-Yamama SERRANO. Intérpretes: RUBEN Ametllé, CRISTINA Gámiz, JORDI ANDUJAR. Ayudantía de dirección: ADRIÀ OLAY, MARC CARTANYÀ. Diseño de luces y espacio escénico: GUILLEM GELABERT. Audiovisuales: NICO Aguero. Vestuario: EVA CAMINO. Asesoramiento documental y comunicación: NIEVES MOLINA. Redes sociales y entorno digital: RUBÉN GARCÍA. Teaser: NÚRIA Gamiz. Producción ejecutiva: ADRIANA NAVIDAD. Teatro Tantarantana, hasta el 01 de diciembre 2019.

La Revelación 1.0 es una obra de teatro documental que vuelve a los escenarios después de haberse estrenado hace un par de años en el Festival Grec. Un breve monólogo de Galileo Galilei nos da la bienvenida al mundo de la censura (y la autocensura), el confinamiento, el control de la información y al estado como agente represor. El grueso de la obra pero, son tres escenas de Assange, Manning y Snowden con el mundo digital y las filtraciones como protagonistas. Jorge-Yamam Serrano, su director, se está convirtiendo en el rey Midas del teatro Verbatim en nuestro (el recordemos de otros trabajos como el Camargate). Para quien no la conozca, es básicamente una técnica dramatúrgica que procura reproducir escénicamente palabra por palabra una entrevista, un fragmento de un libro, un programa de televisión ... todo bien real como ya nos advierte con una proyección sólo en entrar. El primer aspecto a destacar es la selección de material. Se nota la gran investigación y asesoramiento que ha hecho la Cia La Rueda Teatro de búsqueda para seleccionar seleccionados 85 'de información que se lanzando al público como un torpedo en plena línea de flotación del sistema. Otro acierto es el orden de las escenas y su duración que ha sido modificado respecto a la primera versión de la obra. Ahora, cada bloque dura menos que la anterior y está más enfocado a la idea que nos quiere transmitir pero con el matiz de cada uno de los personajes. Por ejemplo podemos ver un Assange firme y seguro de sus ideas cara a cara con Eric Schmidt (ex director ejecutivo de Google) o al solitario y paranoico Edward Snowden en el piso décimo de un hotel de Hong Kong esperando que se haga efectiva la filtración. Nos encontramos ante una obra con un texto difícil por la cantidad de información y por el nivel de tecnicismos que pelea. Pero que nadie se asuste, si algo sabe hacer bien en Jorge-Yamam es el trabajo con el actor y en esta obra tenemos tres muy diferentes pero que sacan su máximo potencial a partir de una interpretación honesta. Esto nos permite profundizar en la parte más humana de unos personajes que aunque son conocidos por casi todos los sentimos distantes. No es una obra moral, no nos habla de héroes o traidores sino de personas que, como hizo Prometeo, han decidido compartir su conocimiento con el resto de humanos La puesta en escena es sencilla. Una cama, un par de sillas y unas proyecciones muy bien resueltas que en general ayudan a crear una atmósfera pero que puntualmente también nos muestran imágenes reales y nos recuerdan que no estamos ante una ficción. El espacio sonoro no destaca especialmente pero crea picos energéticos y separa los diferentes bloques. Donde no acaba de brillar esta pieza es en el uso del espacio. Quizá no se ha terminado de hacer bien la implementación de acciones en un escenario más reducido y el juego que tienen los actores se limita al crear un fuera de escena junto al público. Un recurso que se va repitiendo y que si bien no acaba siendo molesto, tampoco es especialmente efectivo. La revelación 1.0 es una obra sólida, equilibrada y sí, también arriesgada. Arriesgada por unos textos de entrada poco teatrales y por una realidad tozuda que hace más vigente la pieza ahora que cuando se estrenó hace más de un año. Es imposible no pensar en movimientos como el Tsunami Democrático, Anonymous Catalonia, las revueltas de Chile y Hong Kong .... y otras organizaciones y revoluciones que utilizan las grietas del sistema. Para terminar, me gustaría poner de relieve un fragmento de la obra donde se explica que los periodistas sufren tres tipos de represión. La violencia física y el asesinato, la represión económica y judicial y, la gran mayoría, la autocensura. Es posible que los más concienciados con los peligros del mundo digital salgan sin ninguna información nueva pero espero que esta obra, tal y como hizo el escultor italiano Davide Dormino con Anything to Say ?, nos empodera un poco más a todos para hacer un mundo mejor.
clica aquí si quieres ver el programa de mano del espectáculo
clica sobre las imágenes para verlas a toda pantalla

Share by: