És en aquest context on hem de situar l'anècdota que explica Plutarc a les Vides paral·leles referida a Soló i a Tespis: “Comenzaba ya Tespis a poner en marcha la Tragedia, y el pueblo era atraído por la novedad, aunque todavía no había llegado a la rivalidad de los concursos, y Solón, que por naturaleza era amigo de oír y aprender, y que en la vejez se había dado más al ocio, a las bromas y, ¡por Zeus!, a los festines y a la música, contemplaba un drama en el que actuaba el propio Tespis, como era costumbre entre los antiguos. Después del espectáculo, se dirigió a él y le preguntó si no se avergonzaba de haber mentido tanto delante de tanta gente. Como Tespis le respondió que nada había de malo en que aquellas cosas se dijesen y se hicieran por diversión, Solón golpeó fuerte el suelo con su bastón y dijo: 'Si aplaudís y apreciáis así esta diversión, pronto la encontraremos en nuestros contratos'.” En aquesta anècdota almenys, Soló no sembla donar per bona la psicacogia i es decanta, més aviat, per l'estafa. La mentida a la qual al·ludeix Soló es refereix, òbviament, a l'art d'interpretar, de fer-se passar per algú altre, de fingir una altra identitat. Aquesta estafa és justament la gran aportació de Tespis al teatre. (Citat a Francisco Miguel del Rincón Sánchez: Trágicos menores del siglo V a. C. (de Tespis a Neofrón): estudio filológico y literario. Fundación Universitaria Española, Madrid, 2007. Pàg. 119.)
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