“La acción dramática no se limita a la tranquila y simple realización de un objetivo dado; por el contrario, se desarrolla en un medio hecho de conflictos y colisiones, choca con circunstancias, pasiones y caracteres que la contradicen o se oponen a ella. Tales conflictos y colisiones engendran a su vez acciones y reacciones que, en un momento dado, deben conducir forzosament a la calma necesaria” (Hegel, 1832, pág. 322) Amb aquesta cita comença, de fet, l'entrada sobre “El conflicto” del Diccionario del Teatro, de Patrice Pavis (Ed. Paidós, Barcelona, 1998, pàg. 90)